lunes, 27 de julio de 2015

MI PEQUEÑO GUERRERO

Se enoja, llora, se estira y vuelve a llorar.  No quiere hacer lo que se le pide.  Le cuesta, le molesta, no le es sencillo. Sus ojitos brillantes y limpios denotan cansancio, tal vez dolor, tal vez aburrimiento y sin embargo cuando parece que desistirá: ¡Lo hace!, se yergue triunfante con esa sonrisa que ilumina el universo. Mi pequeño guerrero, mi pequeño héroe, mi gran amor, mi hijo, mi Luis Angel.  Eres sin saberlo el motor de nuestras vidas (mía y de tu mamita), tus manitas, tus pequeños pies, tu olor, tu vocecita, tu dulce risa, son nuestros tesoros.

Algún día no necesitaras de esta tortura , pero hasta entonces sigue firme y valiente. Sigue demostrando tu temple y tu caracter innato.  Sigue siendo nuestra luz y nuestra vida.